El alcohol y el arte

En el acto
creador actúan diversas regiones del cerebro; una investigación sobre la
composición musical, llevada a cabo por la Escuela de Medicina de la Universidad
John Hopkins, determinó que durante el
proceso de escritura musical se teje una ‘red creativa’ entre el córtex
prefrontal dorsolateral (región cerebral relacionada al planteamiento y
monitoreo de los actos) y el hipocampo (vinculado con el manejo de recuerdos y
emociones). Estas dos áreas suelen anularse mutuamente, por lo que se
deduce que la red creativa es una compleja negociación entre los impulsos de
liberación y de control.

Otra
investigación realizada en la Universidad Northwestern, de Chicago, comprobó
que estar relajado facilita la
resolución de problemas, en particular el uso del giro temporal superior, que
se bloquea cuando individuo está expuesto a situaciones estresantes.

Ambos estudios parecen indicar que la característica
sensación de relax que aporta el consumo de alcohol puede favorecer la
inventiva; a mayor relajación, mayor excitación de las zonas del cerebro
ligadas a la memoria emotiva.

La psicóloga
uruguaya Fernanda Giamberini aseguró que el alcohol mejora el desempeño mental
en algunas actividades,y lo inhibe en otras;resulta productivo para
resolver problemas de una manera nueva y creativa, no prevista, y es contraproducente
si se requiere concentración porque inhibe las señales cerebrales que alertan cuando
se está a punto de cometer un error.

El alcohol baja las barreras de la represión
–desinhibe–, pero de eso a que aumente la creatividad le parece a Giamberini demasiado.Concretó: “El alcohol en realidad no potencia la creatividad,
simplemente deja salir la que ya existe al bajar las
barreras de la represión”.

La historia ofrece muchos
casos de genios creativos que bebían alcohol, algunos en exceso: Jackson
Pollock, pintor estadounidense, luchó contra el alcoholismo durante toda su
vida; Amy Winehouse, cantante que al final murió por una fatal combinación de
alcohol y pastillas.En las letras:
Tennessee Williams, Ernest Hemingway, William Faulkner y F. Scott Fitzgerald.

Según
el experto en adicción Iain Smith, mientras que muchos grandes artistas son
conocidos por su fuerte dependencia de alcohol, gran parte de su obra más
importante fue hecha en sobriedad. La idea de que las drogas y el alcohol dan a
artistas conocimientos únicos y experiencias de gran alcance es una ilusión,
dijo.

La
conclusión: la bebida no va a ayudar a la creatividad, es posible que haga que
el artista tenga más confianza en su trabajo creativo, y esté más relajado. Sólo
eso.