El ataque se registró el sábado en un poblado rural del municipio de San Ignacio en los límites entre Sinaloa y Durango, una zona cercana a las montañas donde hace unos meses se escondía el entonces poderoso capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, recapturado el 8 de enero pasado.
“Se trató de una emboscada (…), los estaban esperando y cuando los tuvieron cerca les dispararon con fusiles AK-47, mejor conocidos como cuernos de chivo”, dijo un funcionario de la fiscalía estatal.
Unos cadáveres quedaron en las cabinas y cajas de las camionetas, y otros a unos metros de los vehículos, dijo el funcionario.
Un hombre, que quedó herido en el ataque fue trasladado a un hospital de Mazatlán, a tres horas de San Ignacio, y otra persona de 36 años fue detenida por portar un arma de grueso calibre.
Elementos del Ejército y de la Marina Armada resguardaron el sábado la escena del crimen e iniciaron las indagatorias. El alcalde de San Ignacio, Amado Loaiza Pérez, lamentó la presencia de grupos del narcotráfico que utilizan su municipio para salir y entrar de la sierra donde se ocultan.
La zona conocida como el “Triángulo dorado”, en la que limitan los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, es bastión del poderoso cártel de Sinaloa donde produce grandes cantidades de marihuana y amapola.
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Con información de AFP