El derribo del helicóptero Cougar, que causó la muerte de seis militares, ocurrió durante una jornada de violencia desatada por el cártel Jalisco Nueva Generación en el oeste de México, en la que hubo un total de 15 muertos, informó el lunes la Comisión Nacional de Seguridad, que anteriormente sólo había reportado siete fallecidos ese día.
En la jornada “tenemos seis militares fallecidos, un miembro de la fiscalía y ocho miembros de la delincuencia”, detalló Monte Alejandro Rubido, comisionado de Seguridad Nacional, a la emisora Radio Fórmula.
En la mañana del lunes Rubido había informado del hallazgo de dos de los tres soldados que estuvieron desaparecidos el fin de semana tras el ataque al helicóptero, y varias horas después confirmó que encontraron al tercero.
Rubido señaló que la identificación de los tres militares tuvo que hacerse a través de pruebas de ADN.
Además de estos tres militares y otros tres que murieron en el acto, a bordo del helicóptero iban 10 soldados más y dos policías federales que resultaron heridos.
Ataque de alto impacto
Varios helicópteros localizaron en la carretera un convoy de vehículos con hombres armados. El Cougar derribado, que iba en cabeza, recibió un impacto en el rotor de cola cuando estaba haciendo una maniobra de aproximación, explicó Rubido.
El comisionado confirmó que el arma usada por los narcotraficantes fue un lanzacohetes RPG, lo cual “demuestra la capacidad de fuego de este grupo”.
Además de los cinco militares muertos y uno desaparecido, a bordo del helicóptero iban otros 10 soldados y dos policías federales que resultaron heridos.
Rubido no precisó si creen que en alguno de los vehículos perseguidos se trasladaba el líder del cártel, Nemesio Oseguera alias “El Mencho”, pero recalcó que a raíz de estos hechos “habrá una significativa fuerza del Estado mexicano en la búsqueda de estos delincuentes”.
El ataque al helicóptero ocurrió al inicio de una jornada en la que el cártel hizo una demostración de fuerza sembrando el temor en 25 municipios de Jalisco, incendiando vehículos, bloqueando carreteras y quemando bancos y gasolineras.
Esta organización criminal, que para algunos especialistas ya está entre las más poderosas de México, mantiene desde hace semanas una fuerte ofensiva contra las autoridades que incluyó una emboscada en abril en la que mató a 15 policías estatales.
(Con información de AFP)