En el lujoso vecindario de Kensington, en Londres, hay una
casa que no encaja con todo lo demás, contrasta porque está pintada a rayas en
rojo y blanco… ¿el motivo? Su dueña quiso desquitarse con sus vecinos por no
dejarla hacer remodelaciones y ampliaciones en su hogar.
En ciertos lugares esto tal vez no llama la atención, pero
en una ciudad como Londres, donde la mayoría de las casas se parecen porque deben
sujetarse a normas para mantener la homogeneidad en las residencias, la
peculiar fachada es considerada como una locura.
“Hay muchas personas molestas con esto, la mayoría
odiamos la casa. Creo que es una monstruosidad de muy mal gusto”, dijo una
estudiante, que vive frente a la casa de rayas, al periódico británico The
Guardian Saskia Moyle.
De acuerdo con la BBC, la propietaria, una mujer de 71 años
y de nombre Zipporah Lisle-Mainwaring, quería demolerla para construir una casa
de cinco pisos con todos los lujos que fuera posible incluir, entre ellos, un
sótano de dos niveles con una enorme piscina.
Sin embargo, los vecinos se negaron y pusieron una queja con
las autoridades, acción que impidió a la anciana llevar a cabo su plan
residencial.
Así, para más disgusto de los vecinos, la casa de Zipporah,
valuada en 20 millones de dólares, amaneció de un día para otro pintada cual
carpa de circo.
¿Será que lograrán hacerla cambiar de decisión? Mientras
tanto, su lujoso vecindario, ya cobró fama por su peculiaridad.