Leí con azoro sus breves declaraciones a la prensa local respecto de la injerencia del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para suspender las obras del Centro Cultural el Reloj, que usted, como jefe del Poder Ejecutivo estatal, y el presidente municipal Eleazar García, como administrador de la ciudad de Pachuca, habían autorizado con o sin conocimiento de los oficios que emitió el INBA.
Los siguientes conceptos, entrecomillados, forman parte de la versión periodística publicada el día 2 del mes en curso, expresados por usted, señor gobernador:
“Yo la verdad no he leído aún los documentos, no quisiera hablar de más, pero la verdad es que de momento no me imagino qué tenga que ver el INBA, porque la plaza no tiene ningún valor histórico, arquitectónico; lo tiene el Reloj, y ése sí es algo intocado, intocable, pero el resto de la plaza no tiene ningún valor”.
Permítame una observación, señor: si usted no ha leído los oficios enviados por funcionarios del INBA, obviamente no está enterado del enredo que ha armado el alcalde Eleazar García, quien, amañadamente, exhibió en su cuenta Twitter sólo la autorización de desmantelar la plancha de la plaza Independencia, pero tiene pendiente presentar ante el INBA el proyecto del Centro Cultural del Reloj para que sea aprobado, si reúne las normas adecuadas.
Tiene usted razón al decir que la plaza Independencia no tiene, ni tenía antes de ser destruida, valor histórico o arquitectónico, y acierta al señalar que el Reloj sí tiene ese valor, que “es algo intocado, intocable”
Usted alega “que se mantiene aún una discusión en torno al quiosco –la pérgola Abundio Martínez– y que “hay quienes dicen que se debe quitar, otros que no se debe de quitar”, que “este accesorio de la plaza Independencia, que aún se mantiene de pie, es “de reciente instalación”— (1991: después de 24 años, ¿reciente?).
SeñorgGobernador: es innegable que la pérgola posee un valor intrínseco para muchos pachuqueños. Si bien no fue registrada ante el INBA o el INAH como pieza arquitectónica, sí forma parte de las costumbres de la ciudad capital. Allí la Banda de Charros—después Banda Sinfónica de Pachuca– ejecutaba obras musicales que alegraban las serenatas atardecidas los jueves y los domingos.
(Usted, como presidente municipal, patrocinó el libro 70 cartas a Pachuca, coordinado por el historiador Raúl Arroyo, en el cual constan testimonios acerca de cómo era la plaza Independencia con su pérgola).
Además, en su declaración de prensa, nos hace partícipes de que sus “primeras vagancias de niño fueron en la plaza Independencia”.
La versión periodística entrecomilla en primera persona: “Yo nací en la calle de Morelos, en el hospital que está a la vuelta del Reloj, donde era la clínica Minera”.
El reportero que escribió la nota hizo piruetas anfibológicas: ¿usted nació en la calle Morelos o en la clínica Minera –ubicada en la calle de Allende– “a la vuelta del Reloj”?
(El edificio de la antigua clínica minera, actualmente abandonado, fue utilizado en las primeras décadas del siglo XX como hotel Doria, el único que contaba con elevador).
Remarca usted: “yo durante toda mi niñez jugué en la plaza Independencia y nunca vi un kiosco, no existía un quiosco en esa época”.
Usted nació en 1956, y tendría cinco años de edad cuando, en 1961, la pérgola fue destruida.
Lo pongo al tanto del antecedente histórico sobre el quiosco: en 1944, el ingeniero Cornelio González Martínez recibió el encargo del alcalde Salvador Gil, con anuencia del gobernador José Lugo Guerrero, de elaborar el proyecto para “un quiosco de forma octagonal, de 3.60 metros de largo de cada lado; columnas estriadas y capiteles jónicos, rematado con cuatro frontones labrados sobre cuya cubierta descansaban cuatro ojos”, el cual fue denominado pérgola “Abundio Martínez”, como homenaje al compositor del pasodoble Hidalguense, considerado himno al estado. La inauguraron el 20 de noviembre de 1944, con la regia actuación de la Banda de Charros que dirigía el maestro Leonardo Domínguez.
Independientemente del curso que tomen las gestiones ante el INBA, es deseable, señor gobernador Olvera Ruiz, que la pérgola se mantenga como adorno de la plaza Independencia, pues contiene elementos jónico y dórico, armónicos con los del Reloj.
Me atrevo a reiterar la petición pública hecha por el Comité Técnico del Centro Histórico de Pachuca para que sea difundido el proyecto del Centro Cultural del Reloj con el propósito de que a la vista de todo mundo los pachuqueños lo conozcamos ampliamente.
Ojalá esta carta obtenga efectos positivos.
Lo saluda con respeto:
Anselmo Estrada Alburquerque