Buenos Aires.—Ciudadanos argentinos marchan pacíficamente el 18 de febrero en la Plaza de Mayo convocados por fiscales y políticos opositores como un desafío a la presidenta Cristina Kirchner. A un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien acusó a la mandataria de encubrir a exgobernantes iraníes sospechosos de un atentado antisemita en 1994, la manifestación reunió a unas 400 000 personas, las cuales marcharon pese a la lluvia pertinaz y de manera ordenada y sin gritos ni insultos. El gobierno argentino repudió el mitin por considerarlo “golpista” y sostuvo que la denuncia de Nisman es un intento de involucrar al país en el conflicto de Oriente Medio. “Les pido que abran bien los ojos. No estoy hab≠lando de conspiraciones, es un mundo de intereses”, dijo Kirchner en un acto antes de la marcha.
